Ciclo de actividades “queer”
Con el filme Ricardo II del inglés Derek Jarman se abre hoy un encuentro con charlas debate sobre los roles de la sexualidad. Para el cierre se anuncia una fiesta electrónica y proyecciones de imágenes.
Con el filme Ricardo II del inglés Derek Jarman se abre hoy un encuentro con charlas debate sobre los roles de la sexualidad. Para el cierre se anuncia una fiesta electrónica y proyecciones de imágenes.
Hoy y el sábado, en la Casa por la Memoria y la Cultura Popular , Pasaje Orquídeas 767, Ciudad, se desarrollará un ciclo de actividades denominadas Vanguardia Queer (lo raro, extravagante, curioso) que incluirá cine, charlas debate y música con performances en vivo y proyecciones.
La agenda se abre hoy con Eduardo II, un filme del cineasta (pintor y escenógrafo) inglés Derek Jarman, uno de los directores más radicales que dio la experimentación visual en los ’80.
El filme está interpretado por Tilda Swinton (Constantine), Nigel Terry, John Lynch y Steven Waddington y se ambienta en el siglo XIV, cuando el rey de Inglaterra, Eduardo II, se enamora de Gaveston, un joven de origen humilde al que colma de títulos. La reina, sintiéndose rechazada por su marido, aceptará un plan del malvado Mortimer para deshacerse de Gavelston y derrocar a su marido.
“Es el patriarca del cine queer militante”, dice Pablo Grasso, uno de los organizadores de las jornadas. “Lo que él hace es jugar con los modos de representación. La película es idéntica al texto (de Christopher Marlowe), pero cambia la representación de Eduardo II. Jarman perfectamente se podría haber planteado por qué los hombres se visten de azul y las mujeres de rosado”.
La cinta servirá para generar expectativas para la jornada siguiente donde se debatirán temas relacionados con el movimiento queer.
A cargo de del sociólogo Mario Vargas y el psicólogo social Ricardo Quiroga, se debatirá sobre “Identidad, homofobia y contexto” y “Cuerpos, sexualidades, género: del esencialismo a las configuraciones queer”.
Queer y militancia
Queer en inglés significa raro, extravagante, curioso… ¿pero a qué nos referimos con Vanguardia Queer? Pablo Grasso lo explica: “El origen de la palabra queer fue tomado en el siglo XIX, en la Inglaterra victoriana, como una forma peyorativa de referirse a los homosexuales. Después, en los años ’60 y ’70, con el crecimiento del movimiento gay, esa palabra se transforma en bandera de defensa. Aquello que oprimía empieza a ser utilizado como una forma de revalorizarse. Lo queer no se limita sólo a las cuestiones de las minorías gay, es mucho más amplio el tema: supone nuevas formas de militancia política, nuevas formas de producción… El queer es una problematización radical de los roles de la sexualidad, de los modos de representación de la sexualidad que no necesariamente tiene que ver con lo gay, que en los ’80 deja de ser subversivo para ser un producto más. Y la palabra vanguardia tradicionalmente fue hegemonizada por la izquierda, Nosotros lo tomamos en broma, es irónico que lo queer, que lo rosa, que lo maricón devenga vanguardia. Es como que se neutralizan los dos términos”.
Si bien Vanguardia Queer no es un grupo político, los miembros aclaran: “Este no es un grupo de minorías gay, para nada. Cuando empezamos a trabajar nos costó mucho dejar las categorías binarias que supone heterosexualidad-homosexualidad para pensar en término de sexualidades, como devinientes”.
Federico Crowe (Especial para Diario Uno)
La agenda se abre hoy con Eduardo II, un filme del cineasta (pintor y escenógrafo) inglés Derek Jarman, uno de los directores más radicales que dio la experimentación visual en los ’80.
El filme está interpretado por Tilda Swinton (Constantine), Nigel Terry, John Lynch y Steven Waddington y se ambienta en el siglo XIV, cuando el rey de Inglaterra, Eduardo II, se enamora de Gaveston, un joven de origen humilde al que colma de títulos. La reina, sintiéndose rechazada por su marido, aceptará un plan del malvado Mortimer para deshacerse de Gavelston y derrocar a su marido.
“Es el patriarca del cine queer militante”, dice Pablo Grasso, uno de los organizadores de las jornadas. “Lo que él hace es jugar con los modos de representación. La película es idéntica al texto (de Christopher Marlowe), pero cambia la representación de Eduardo II. Jarman perfectamente se podría haber planteado por qué los hombres se visten de azul y las mujeres de rosado”.
La cinta servirá para generar expectativas para la jornada siguiente donde se debatirán temas relacionados con el movimiento queer.
A cargo de del sociólogo Mario Vargas y el psicólogo social Ricardo Quiroga, se debatirá sobre “Identidad, homofobia y contexto” y “Cuerpos, sexualidades, género: del esencialismo a las configuraciones queer”.
Queer y militancia
Queer en inglés significa raro, extravagante, curioso… ¿pero a qué nos referimos con Vanguardia Queer? Pablo Grasso lo explica: “El origen de la palabra queer fue tomado en el siglo XIX, en la Inglaterra victoriana, como una forma peyorativa de referirse a los homosexuales. Después, en los años ’60 y ’70, con el crecimiento del movimiento gay, esa palabra se transforma en bandera de defensa. Aquello que oprimía empieza a ser utilizado como una forma de revalorizarse. Lo queer no se limita sólo a las cuestiones de las minorías gay, es mucho más amplio el tema: supone nuevas formas de militancia política, nuevas formas de producción… El queer es una problematización radical de los roles de la sexualidad, de los modos de representación de la sexualidad que no necesariamente tiene que ver con lo gay, que en los ’80 deja de ser subversivo para ser un producto más. Y la palabra vanguardia tradicionalmente fue hegemonizada por la izquierda, Nosotros lo tomamos en broma, es irónico que lo queer, que lo rosa, que lo maricón devenga vanguardia. Es como que se neutralizan los dos términos”.
Si bien Vanguardia Queer no es un grupo político, los miembros aclaran: “Este no es un grupo de minorías gay, para nada. Cuando empezamos a trabajar nos costó mucho dejar las categorías binarias que supone heterosexualidad-homosexualidad para pensar en término de sexualidades, como devinientes”.
Federico Crowe (Especial para Diario Uno)
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